El Hanami es uno de los acontecimientos mas esperados de Japón. Su significado literal es “ver flores”. A fines de marzo y principios de Abril los japoneses salen a los parques y jardines y hacen un picnic bajo el sakura florecido.
Sakura es el nombre de las flores del cerezo japonés. Su flor tiene una duración de 10 días aproximadamente y va avanzando desde el sur hacia el norte a medida que aumentan las temperaturas. Durante este breve período de tiempo los cerezos se cubren de flores para anunciar el fin de la estación invernal y la llegada de la primavera. La esperada llegada de la celebración simboliza no únicamente el fin de la estación fría, sino también el comienzo de una nueva etapa, más fructífera y bella que la anterior.
La contemplación de los cerezos lleva celebrándose en Japón desde la época Nara (s. VII) y la belleza de las flores de sakura ha sido plasmada en numerosas pinturas y objetos. La esencia de su importancia radica en el legado de la filosofía sintoísta y budista, centro del pensamiento filosófico-religioso del país. El sintoísmo otorga un lugar central a la veneración a la naturaleza y sus acontecimientos, mientras que la filosofía budista habla de lo efímero de la existencia. La corta vida de la bella flor de cerezo representa a la perfección la brevedad de la existencia y el pasar incesante del tiempo.
Realmente la contemplación de los cerezos en flor es un acontecimiento que merece ser experimentado en Japón.
Sakura es el nombre de las flores del cerezo japonés. Su flor tiene una duración de 10 días aproximadamente y va avanzando desde el sur hacia el norte a medida que aumentan las temperaturas. Durante este breve período de tiempo los cerezos se cubren de flores para anunciar el fin de la estación invernal y la llegada de la primavera. La esperada llegada de la celebración simboliza no únicamente el fin de la estación fría, sino también el comienzo de una nueva etapa, más fructífera y bella que la anterior.
La contemplación de los cerezos lleva celebrándose en Japón desde la época Nara (s. VII) y la belleza de las flores de sakura ha sido plasmada en numerosas pinturas y objetos. La esencia de su importancia radica en el legado de la filosofía sintoísta y budista, centro del pensamiento filosófico-religioso del país. El sintoísmo otorga un lugar central a la veneración a la naturaleza y sus acontecimientos, mientras que la filosofía budista habla de lo efímero de la existencia. La corta vida de la bella flor de cerezo representa a la perfección la brevedad de la existencia y el pasar incesante del tiempo.
Realmente la contemplación de los cerezos en flor es un acontecimiento que merece ser experimentado en Japón.
"La flor del cerezo es tan admirada porque es una metáfora de la vida,
bella pero efímera".
bella pero efímera".
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